27.2.12

Qué difícil es hablar el español

La canción Qué difícil es hablar el español, de los hermanos Juan Andrés y Nicolás Ospina, propone, en clave de humor, un recorrido interesante e instructivo por algunas de las diferencias de léxico que dificultan la comunicación entre los hispanohablantes provenientes de distintos países.

18.2.12

¿"A causa de..." o "gracias a..."?

Las formas "a causa de..." y "gracias a..." sirven para expresar causalidad en español. Ambas tienen un significado más o menos equivalente al de la forma "debido a...". Sin embargo, estas dos expresiones no pueden ser utilizadas de manera intercambiable.

Por eso, es un error decir:

  • No pude visitarte gracias a la lluvia.
  • Aprendí mucho a causa del profesor.
  • Tendrá muchos problemas gracias a su egoísmo.
  • Pudo comprar la casa a causa de sus ahorros

En estos casos, debió decirse:

  • No pude visitarte a causa de la lluvia.
  • Aprendí mucho gracias al profesor.
  • Tendrá muchos problemas a causa de su egoísmo.
  • Pudo comprar la casa gracias a sus ahorros.

"A causa de...": causa negativa

Si quieres expresar una causa negativa, debes usar la forma "a causa de...". Esta forma es equivalente a la expresión "por culpa de...".

Ejemplos:

  • Los precios de los apartamentos están imposibles a causa de la burbuja inmobiliaria.
  • El mundo tendrá graves problemas sociopolíticos en el siglo XXI a causa del calentamiento global.
  • María reprobó el curso a causa de su pereza.
  • Suspenderán el campeonato de fútbol a causa de la violencia de los fanáticos.

En estos casos, evita usar "gracias a..." pues esta expresión remite exclusivamente a una causa positiva.


"Gracias a...": causa positiva

Si quieres expresar una causa positiva, debes usar la forma "gracias a...". Como nos lo recuerda el DRAE, "gracias a..." significa: "por causa de alguien o algo que produce un bien o evita un mal".

Ejemplos:

  • La economía ha comenzado a recuperarse gracias a las medidas urgentes que tomó el gobierno el año pasado.
  • Gracias al apoyo de la ciudadanía, las autoridades lograron desactivar un carro bomba.
  • María aprobó el curso gracias a su perseverancia y compromiso.
  • He bajado de peso gracias a la dieta que me recomendaste.

En estos casos, evita usar "a causa de..." pues esta expresión remite exclusivamente a una causa negativa.

11.2.12

Novedades de la Ortografía de la lengua española (2010)

El pasado 17 de diciembre de 2010, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) presentaron la última edición de la Ortografía de la lengua española . Esta nueva edición ─que remplaza la de 1999─ es el manual ortográfico más completo y ambicioso que hayamos tenido jamás los hispanohablantes.

Se trata de un libro de 700 páginas donde aparecen todas las reglas de ortografía que hay que saber para escribir correctamente. Una de las cosas más interesantes de esta edición es su introducción. En ella, se explica qué es la ortografía y para qué sirve. También se hace un recorrido apasionante por la historia de las palabras de nuestra lengua. Allí se aprende no solo cómo han cambiado las reglas ortográficas a través del tiempo sino también cómo ha evolucionado la pronunciación del español.

La nueva Ortografía de la lengua española presenta algunas reformas que han sorprendido a muchos y que debemos comenzar a asimilar. Por ejemplo, la Academia recomienda que las letras de nuestro alfabeto reciban un solo nombre en todos los países de habla hispana. Antes, la b era conocida como be, be larga o be alta. La v se llamaba uve, be baja, be corta o be chiquita. Ahora, se deberán llamar be (b) y uve (v) únicamente. La w se llamará solamente uve doble. La y podrá llamarse solo ye y no y griega. Estas reformas buscan facilitar la comunicación entre los hispanohablantes de regiones diferentes.

También se han eliminado tildes. De ahora en adelante la palabra “guion” ─que antes podía escribirse con o sin tilde ─ solo podrá escribirse sin tilde. Del mismo modo, palabras como “solo”, “este”, “ese”, etc. se escribirán siempre sin tilde sin importar su función. También desaparece por completo la tilde sobre la o cuando esta separa cifras. Así, ahora se debe escribir 3 o 10 (y no 3 ó 10).

Novedades de la Ortografía de la lengua española

En el siguiente documento, elaborado por Fundeu, se presentan de manera sucinta los cambios que ha introducido la Ortografía de la lengua española. Es importante que los hispanoparlantes conozcamos estas reformas. ¡Revisa el documento y compártelo!

Fundeu Novedades Ortografía

1.2.12

Guía para el análisis de la narración como sistema formal

Adaptado de David Bordwell and Kristin Thompson, Film Art: An Introduction (Eighth Edition) (New York: McGraw-Hill, 2008) (Traducción del profesor).

  1. ¿Qué eventos de la historia nos son presentados directamente en la trama y cuáles debemos sobreentender o inferir?
  2. ¿Cuál es el primer evento de la historia del cual nos enteramos? ¿Cómo se relaciona dicho evento con eventos posteriores a través de una cadena de causas y efectos?
  3. ¿Cómo se relacionan temporalmente los eventos de la historia? ¿El orden cronológico, la frecuencia o la duración han sido manipulados en la trama para afectar nuestra comprensión de los eventos narrados?
  4. ¿El final evidencia un patrón de desarrollo (claramente discernible) que lo relacione con el comienzo? ¿Todas las líneas narrativas se cierran o algunas se dejan abiertas?
  5. ¿Cómo se nos presenta la información de la historia a través de la narración? ¿Se restringe a lo que saben uno o unos pocos personajes o su cobertura es amplia y, por consiguiente, nuestro saber circula libremente entre todos los personajes aunque estén en espacios diferentes? ¿La narración nos presenta la información de manera suficientemente profunda gracias a una exploración de los estados mentales de los personajes?
  6. ¿El relato pertenece a un género con el cual estamos familiarizados? ¿Si este fuera el caso, qué convenciones de este género emplea la narración para guiar nuestras expectativas?

Ver también

Análisis narrativo 1: la narración mínima
Análisis narrativo 2: definición de narración
Análisis narrativo 3: la noción de diégesis
Análisis narrativo 4: historia y trama
Guía para el análisis de la narración como sistema formal

Análisis narrativo 4: historia y trama

"Desde un instante hasta la eternidad, desde lo intracraneal hasta lo intergaláctico, la historia de la vida de cualquier personaje ofrece posibilidades enciclopédicas. Un maestro se reconoce porque sabe seleccionar apenas algunos momentos que, sin embargo, nos presentan una vida entera".
(Robert McKee, Story)

Quien crea una historia tiene el reto de dar vida a un mundo ficcional completo en la mente del lector o espectador. Sin embargo, ese mundo diegético solo se puede construir a partir de fragmentos.

El lector presencia apenas ciertos eventos narrativos, visita solo algunos lugares del mundo ficcional y experimenta el paso de apenas unos cuantos periodos de tiempo. Aun así, tiene la sensación de que la historia que le cuentan se desarrolla en un mundo paralelo coherente y complejo.

Para entender cómo una narración logra presentar un mundo completo a partir de elementos fragmentarios, es necesario entender las relaciones que se establecen, en la estructura de un relato, entre dos conceptos narratológicos esenciales: la historia y la trama.

Historia y trama


Historia Es la totalidad del universo diegético. Incluye entonces TODOS los eventos narrativos, personajes, lugares y épocas que han existido, existen o existirán en la diégesis.

Trama Es una selección de elementos de la historia que aparecen EXPLÍCITAMENTE en el texto narrativo. Se trata entonces de aquellos eventos, personajes, lugares y lapsos de tiempo que el creador del relato decide presentar en la página impresa o en la pantalla.

Relaciones entre historia y trama

La trama está contenida en la historia. Así, todo lo que pertenezca a la trama pertenecerá también a la historia. Sin embargo, lo contrario no es cierto: muchos elementos que hacen parte de la historia no están presentes en la trama.

En el proceso de lectura de un texto narrativo, el lector o espectador se enfrenta únicamente a la trama y tiene que completar aquello que no aparece explícitamente en ella haciendo inferencias. Por eso, se puede decir que la historia se compone de todo aquello que aparece de manera explícita en el texto (la trama) más todo aquello que el lector o espectador debe sobreentender, inferir o completar.

Las relaciones entre trama e historia afectan los tres aspectos centrales de toda narración:

  • Causalidad
    Aunque es común que los eventos narrativos centrales aparezcan en la tramaincidente incitante, puntos de giro, crisis o clímax—, puede ocurrir que un escritor decida omitir algunos de ellos y obligar al lector a que complete esos momentos narrativos en su mente.

    A veces, por ejemplo, se muestran solo las consecuencias de ciertos eventos y no las causas que produjeron dichas consecuencias. Lo contrario también puede ocurrir.

    La decisión de dejar por fuera de la trama eventos narrativos centrales en la historia nunca es trivial. Si eso ocurre, pregúntate qué puede haber motivado esa decisión.

  • Espacio
    En cualquier mundo diegético existen millones de lugares entre los cuales el escritor debe seleccionar unos cuantos para que aparezcan en la trama. Por eso, los espacios que "visitamos" en la trama —no importa qué tan amplios o qué tan reducidos sean— suelen estar cargados de significado.

    Sin embargo, también puede ocurrir que ciertos lugares centrales en la historia se dejen deliberadamente por fuera de la trama. En esos casos, el lector o espectador se ve obligado a inferir cómo son esos lugares, cuáles son sus particularidades. Debe, en suma, construirlos en su totalidad en la imaginación.

    Paradójicamente, no presentar ciertos espacios diegéticos importantes en la trama puede hacer que estos se saturen de significado. Por consiguiente, su presencia puede llegar a ser más determinante en el relato que la del resto de lugares de la historia.

  • Tiempo
    La organización temporal de los eventos de la historia se manipula a menudo en la trama. Por lo general, hay tres aspectos temporales con los cuales un escritor puede jugar: el orden cronológico, la duración y la frecuencia:
    • Orden cronológico: aunque los lectores y espectadores suelen tener una visión general de la historia organizada en orden cronológico, es muy común que la trama presente los eventos narrativos sin respetar la cronología de la historia.

      Así, mediante el uso de los flashbacks o analepsis (saltos hacia el pasado) y de los flashforwards o prolepsis (saltos hacia el futuro), el creador de relatos modifica en la trama el orden temporal de los sucesos.

    • Duración: la duración de la trama no suele corresponder exactamente a la duración de la historia. En la trama se escogen lapsos de tiempo que se alargan según las necesidades narrativas del relato. Así mismo, otros periodos de tiempo se omiten.

      Por eso, es común que la trama de una novela obligue al lector a detenerse en una hora o en un día —descritos minuciosamente a lo largo de muchas páginas— y, en otro lugar, dé un salto de años al pasar de un párrafo a otro.

      En rigor, la duración de la historia siempre es más larga que la de la trama pues, aunque no seamos muy conscientes de ello, damos siempre por descontado que los personajes del relato nacieron, crecieron y tuvieron una historia personal en la diégesis antes del comienzo de la trama. Así mismo, esas vidas (y ese mundo ficcional) seguirán existiendo después del final de la trama.

    • Frecuencia: al manipular la frecuencia en la trama, un escritor puede mostrar explícitamente una acción habitual que ocurre muchas veces (los rituales íntimos de un personaje, por ejemplo) o el mismo evento narrativo al que se vuelve recurrentemente, a menudo desde diferentes puntos de vista.

Dos perspectivas de la división historia y trama


Como nos lo recuerdan Bordwell y Thompson, resulta útil pensar en la división historia y trama desde dos perspectivas complementarias: la del creador del relato y la del lector o espectador.

Así, se puede afirmar que quien crea un relato tiene la responsabilidad de "transformar una historia en una trama". El lector o espectador debe hacer exactamente lo contrario: "transformar una trama en una historia".

Entender las complejas relaciones que se dan entre historia y trama en el interior de cada relato que estudies hará de ti un mejor lector o espectador y un analista mucho más competente.

Ver también

Análisis narrativo 1: la narración mínima
Análisis narrativo 2: definición de narración
Análisis narrativo 3: la noción de diégesis
Guía para el análisis de la narración como sistema formal

Fuentes

  • David Bordwell and Kristin Thompson, Film Art: An Introduction (Eighth Edition) (New York : McGraw-Hill, 2008).
  • André Gardiès, Le récit filmique, Paris: Hachette "Contours Littéraires", 1993.
  • Robert McKee, Story: substância, estrutura, estilo e os princípios da escrita de roteiros (Traducão de Chico Marés), Curitiba: Arte & Letra Editora, 2006.