24.4.13

El español sin misterios participa en concurso de blogs

Imagen tomada de la página del concurso

Con el propósito de fomentar el buen uso del español en internet y de difundir la cultura hispanoamericana en la red, se ha lanzado recientemente el II Concurso de Blogs de promoción del español y la cultura en español.

El Concurso lo organizan las siguientes instituciones: Universidad de Alcalá, el Instituto Cervantes, Google, Madrid Network-Cluster del Español, Fundéu BBVA, Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y Monografías.com.

Según se informa en el sitio internet de Fundéu, al día de hoy ya hay más de mil blogs inscritos. Esto demuestra la importancia creciente del español en internet y la preocupación de muchos blogueros, de todos los países de habla hispana, por promover el buen uso de nuestra lengua.

Te invitamos a votar por El español sin misterios

Este tipo de certámenes son muy alentadores para aquellos que trabajamos día a día, guiados por la pasión, en pro del fomento del buen uso de la lengua española y de la difusión de la cultura hispanoamericana.

El II Concurso de Blogs de promoción del español y la cultura en español es una vitrina extraordinaria para dar a conocer nuestro trabajo y para lograr una mayor difusión de nuestros textos. Por estas razones, El español sin misterios está participando en este importante concurso.

Quiero invitar amablemente a nuestros lectores a votar por El español sin misterios siguiendo este enlace: votar por El español sin misterios. Su voto servirá para dar un buen posicionamiento al blog en los listados del concurso. La decisión final, sin embargo, estará en manos de un prestigioso jurado que evaluará todas las propuestas de manera rigurosa.

14.4.13

El extraño verbo "satisfacer"

Tomado de Agrobotiga Aldover 
El verbo "satisfacer" es irregular. Sin embargo, muchas personas creen que es un verbo regular que se conjuga como "comer".

También hay gente que lo conjuga erradamente siguiendo, para ciertos tiempos, el modelo de verbos irregulares como "traer" o "nacer".

Hace poco, en una de mis clases de literatura, a un estudiante le surgió la duda de cómo se conjugaba "satisfacer" en el pasado (pretérito perfecto simple).

Yo devolví la pregunta, no solo a quien preguntó sino a toda la clase, para ver cómo creían mis alumnos que debía conjugarse este verbo.

Surgieron oraciones como las siguientes:

  • Al profesor no le satisfacieron los escritos de sus estudiantes.
  • Tu respuesta no me satisfajo.
  • A María no le satisfació la explicación que le dio su novio.
  • Si al jefe le satisfaciera tu trabajo, te mandaría al congreso en Nueva York.

Las oraciones anteriores son todas incorrectas. He aquí las conjugaciones correctas de "satisfacer":

  • Al profesor no le satisficieron los escritos de sus estudiantes.
  • Tu respuesta no me satisfizo.
  • A María no le satisfizo la explicación que le dio su novio.
  • Si al jefe le satisficiera tu trabajo, te mandaría al congreso en Nueva York.

"Satisfacer" se conjuga como "hacer"

Como nos lo recuerda el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD),"satisfacer" significa: "‘Calmar o hacer desaparecer [algo, especialmente un deseo, una necesidad o una duda]’ y ‘dar gusto a alguien’".

El DPD también nos recuerda que "satisfacer" es un verbo irregular que, por ser un compuesto del antiguo verbo "facer", debe conjugarse como el verbo "hacer".

A continuación, presento un resumen de la conjugación de "satisfacer" y "hacer" en los tiempos simples del indicativo y del subjuntivo, así como en el imperativo. Solo aparecen la primera y segunda personas del singular. Como todos estamos acostumbrados a conjugar correctamente el verbo "hacer", los cuadros que siguen buscan simplemente hacer evidente la conexión entre la conjugación de estos dos verbos.

Si quieres ver la conjugación completa del verbo "satisfacer", visita la siguiente página de las tablas de conjugación de Reverso: conjugación completa del verbo "satisfacer".

Indicativo

Presente
Yo hago / yo satisfago
Él hace / él satisface
Pretérito imperfecto
Yo hacía / yo satisfacía
Él hacía / él satisfacía
Pretérito perfecto simple
Yo hice / yo satisfice
Él hizo / él satisfizo

Futuro simple
Yo haré / yo satisfaré
Él hará / él satisfará
Condicional simple
Yo haría / yo satisfaría
Él haría / él satisfaría

Subjuntivo

Presente
Yo haga / yo satisfaga
Él haga / él satisfaga
Pretérito imperfecto
Yo hiciera o hiciese / yo satisficiera o satisficiese
Él hiciera o hiciese / él satisficiera o satisficiese
Futuro
Yo hiciere / yo satisficiere
Él hiciere / él satisficiere

Imperativo

haz (tú) / satisfaz o satisface (tú)
hacé (vos)/ satisfacé (vos)
haced (vosotros) / satisfaced (vosotros)
hagan (ustedes) / satisfagan (ustedes)

"Quedar satisfecho" o "dejar satisfecho": una salida fácil

Como aquellos que saben conjugar correctamente el verbo "satisfacer" son realmente pocos, es bastante probable que la gente trate de corregirte cuando uses la conjugación correcta.

De hecho, estamos tan poco acostumbrados a las formas correctas de este verbo, que decir u oír palabras como satisfice, satisficiera, satisfaré o satisfaría suena extraño e incluso arcaico.

Hay, sin embargo, una alternativa fácil. En lugar de conjugar el verbo "satisfacer" directamente, puedes reemplazarlo por las formas "quedar satisfecho" o "dejar satisfecho". Así, solo tienes que conjugar los verbos "quedar" o "dejar", que son regulares, y añadirles el participio pasado de "satisfacer": "satisfecho".

A continuación, retomo los ejemplos presentados más arriba sustituyendo "satisfacer" por "quedar satisfecho" y por "dejar satisfecho":

  • El profesor no quedó satisfecho con los escritos de sus estudiantes. / Los escritos de sus estudiantes no dejaron satisfecho al profesor.
  • No quedé satisfecho con tu respuesta. / Tu respuesta no me dejó satisfecho.
  • María no quedó satisfecha con la explicación que le dio su novio. / La explicación que le dio su novio no dejó satisfecha a María.
  • Si el jefe quedara satisfecho con tu trabajo, te mandaría al congreso en Nueva York. / Si tu trabajo dejara satisfecho al jefe, te mandaría al congreso en Nueva York.

10.4.13

La lectura de imágenes 4: tipos de imágenes

La traición de las imágenes (Esto no es una pipa) 
(René Magritte, 1929)
Museo de Arte del Condado de Los Angeles (LACMA) 

La cantidad de imágenes que existen en el mundo actual, así como las particularidades de los diferentes tipos de textos visuales con que nos encontramos diariamente son aspectos que pueden abrumarnos cuando queremos aprender a leer imágenes. Por eso, conviene encontrar una manera efectiva de clasificar los textos visuales que queremos analizar.

Imágenes en movimiento e imágenes fijas

Los textos visuales contemporáneos se pueden clasificar en dos grandes grupos: las imágenes en movimiento y las imágenes fijas. A partir de esta división, el siguiente cuadro propone una clasificación bastante útil de las imágenes con las que se puede trabajar en contextos académicos:


Imágenes en movimiento

La imágenes en movimiento son aquellas imágenes que producen la ilusión de movimiento. Para producir esta ilusión, es necesario que el texto visual esté compuesto de muchas imágenes organizadas en secuencia y que el espectador pase un lapso predeterminado de tiempo contemplando dichas imágenes.

Por ejemplo, para ver una película completa tardamos, por lo general, una hora y media. Sin embargo, nada nos impide que miremos solamente un fragmento de dicha película (una secuencia). Con todo, en ambos casos es necesario pasar cierto tiempo delante de la pantalla para poder contemplar el movimiento de las imágenes.

El trabajo fotográfico de Edweard Muybridge, uno de los principales precursores del cine, demuestra elocuentemente cómo los espectadores creemos que hay movimiento cuando vemos una secuencia de fotografías, tomadas a intervalos muy cortos, pasar a cierta velocidad delante de los ojos. A esto nos referimos cuando decimos que ciertas imágenes pueden producir una ilusión de movimiento.

Muybridge fue contratado por el magnate Lelan Stanford para que lo ayudara a ganar una apuesta que había hecho. Stanford sostenía que cuando un caballo galopa, hay un momento en que los cuatro cascos de la bestia quedan suspendidos en el aire. Un amigo suyo sostenía lo contrario.

Muybridge inventó un sistema que le permitió tomar bastantes fotografías de un caballo galopando para demostrar que Leland estaba en lo correcto:

Caballo galopando (Edweard Muybridge, 1878)
Tomado de The Digital Journalist

Cuando la secuencia de fotografías de Muybridge se proyecta a cierta velocidad, los espectadores vemos que el caballo cobra vida delante de nuestros ojos:



Las películas y videos modernos utilizan el mismo principio que las antiguas fotografías de Muybridge. Donde los espectadores creemos ver movimiento hay en realidad una secuencia de imágenes fijas que, al presentarse a la velocidad indicada, parece que se movieran.

Por lo general, las imágenes en movimiento van acompañadas de audio. Por eso, los textos visuales que pertenecen a este grupo reciben el nombre de audiovisuales.

El cine, el video, la televisión y los videojuegos son los principales textos audiovisuales en movimiento que leemos cotidianamente.

Imágenes fijas

Las imágenes fijas son aquellas imágenes que no se mueven y, por lo tanto, dan al espectador la posibilidad de invertir el tiempo que él desee en su contemplación. Las imágenes fijas pueden ser únicas o múltiples.

Las imágenes fijas únicas constituyen textos visuales compuestos de una sola imagen, como por ejemplo las pinturas, las fotografías, los grabados, etc. Las imágenes fijas múltiples constituyen textos visuales secuenciales como el cómic, la novela gráfica o el libro álbum. Estos últimos transmiten información presentando secuencias de imágenes fijas.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los textos visuales, tanto los que están constituidos de imágenes en movimiento como aquellos hechos de imágenes fijas, utilizan a menudo palabras (habladas o escritas) junto con las imágenes para transmitir mensajes.

Por eso, debemos siempre preguntarnos qué relaciones se establecen, en el interior de cada texto visual, entre imágenes y palabras.

Los usos de las imágenes

Las imágenes fijas y las imágenes en movimiento que pululan en nuestras ciudades tienen diversas funciones sociales. A estas funciones se les conoce como los usos de las imágenes.

En el mundo actual las imágenes no solo son muy variadas sino que también tienen usos muy diferentes. Las empresas usan las imágenes para promocionar productos, el estado las usa para persuadir a los ciudadanos de que adopten ciertos comportamientos, la policía las usa para identificar delincuentes, los artistas para expresarse y para contar historias, etc.

Sería imposible hacer una lista de todos los usos de la imagen que existen. Sin embargo, se pueden establecer algunos usos generales que debemos tener en cuenta cuando queremos analizar imágenes. Dichos usos generales están relacionados con los propósitos que guían a quienes crean los textos visuales:

Propósito narrativo Imágenes que buscan narrar historias.
Propósito descriptivo Imágenes que buscan mostrar cosas.
Propósito expositivo Imágenes que buscan exponer ideas.
Propósito argumentativo Imágenes que buscan presentar argumentos.

Conviene que nos preguntemos siempre cuál es el propósito –narrativo, descriptivo, expositivo o argumentativo— que prima en las imágenes que vamos a analizar.

Ver también

La lectura de imágenes 1: ¿Qué es la imagen?
La lectura de imágenes 2: ¿Qué significa leer una imagen?
La lectura de imágenes 3: Principios de organización de los textos visuales
La lectura de imágenes 5: vocabulario para la lectura formal de las imágenes
La lectura de imágenes 6: ¿Por qué hay que aprender a leer imágenes?

Fuentes

  • AUMONT, Jacques. L´image. Paris, Nathan, « Nathan Université », 1990.
  • BORDWELL, David and Kristin Thompson, Film Art: An Introduction (Eighth Edition). New York : McGraw-Hill, 2008.
  • GOMBRICH, E. H. Art and Illusion: A Study in the Psychology of Pictorial Representation. New York, Phaidon, 2002 [1960].
  • GOMBRICH, E. H. The Uses of Images: Studies in the Social Function of Art and Visual Communication. New York, Phaidon, 2006 [1999].
  • JOLY, Martine. Introducción al análisis de la imagen, traducido por Marina Malfé. Buenos Aires, La Marca Editora, “Biblioteca de la mirada”, 2009.
  • JOLY, Martine. La imagen Fija, traducido por Marina Malfé. Buenos Aires, La Marca Editora, “Biblioteca de la mirada”, 2009.

6.4.13

¿"Por qué", "porque" o "porqué"?: el porqué de los porqués

Imagen tomada del blog 1001 camisetas
He aquí un error clásico del español escrito: la confusión entre las formas "por qué", "porque" y "porqué".

Cuando debe escribirse "por qué" (separado y con tilde en la "e") mucha gente escribe "porque" (pegado y sin tilde); y viceversa.

Cuando debe aparecer "porqué" (una sola palabra con tilde), se suele escribir separado.

Así, estas tres palabritas -"por qué", aunque compuesto por dos palabras, funciona como si fuera una sola- se han convertido en una verdadera pesadilla para los profesores de español y los correctores de estilo.

Se explican a continuación, sin complicaciones innecesarias, las diferencias entre estas palabras:

"Por qué" se usa en preguntas y para aludir a incógnitas

La forma "por qué" (separado y con tilde en la "e") se usa para preguntar cuál es la razón de algo o para hacer referencia a dicha razón cuando esta se desconoce:
  • ¿Por qué no hiciste los deberes?
  • ¿Por qué es tan difícil comunicarse contigo?
  • María nunca me dijo por qué no fue a la fiesta del viernes.
  • No sé por qué me cuesta tanto trabajo aprender a hablar inglés.

Nota que, cuando "por qué" se usa en oraciones interrogativas directas -es decir, en oraciones que aparecen entre signos de interrogación- es relativamente fácil saber cuál es la ortografía correcta.

Sin embargo, la gente suele confundirse cuando esta forma aparece en interrogativas indirectas. Estas últimas son oraciones que no son interrogativas en su totalidad pero contienen una incógnita, es decir, una información que se desconoce. En este caso, lo que se desconoce es la razón que llevó a que pasara algo o a que alguien hiciera algo.

Recuerda que "por qué", aunque se trate de dos palabras, funciona como si fuera una sola palabra. Se pronuncia entonces como una palabra aguda, pues lleva el acento en la última sílaba: /por.QUÉ/.

En todos los casos, "por qué" se puede reemplazar por la fórmula "por qué razón":

  • ¿Por qué razón no hiciste los deberes?
  • ¿Por qué razón es tan difícil comunicarse contigo?
  • María nunca me dijo por qué razón no fue a la fiesta del viernes.
  • No sé por qué razón me cuesta tanto trabajo aprender a hablar inglés.

En caso de duda, reemplaza "por qué" por "por qué razón" y, si la oración tiene sentido, sabrás con certeza que "por qué" se debe escribir separado y con tilde en la "e".

"Porque" se usa en respuestas y para explicar causas

La forma "porque" (pegado y sin tilde en la "e") se utiliza para explicar cuál es la razón de algo, ya sea como respuesta directa a una pregunta con "por qué" o como explicación dentro de una oración:
  • -¿Por qué no fuiste a la fiesta? - Porque no tenía dinero para los taxis.
  • -¿Por qué Camilo está tan mal de dinero? - Porque lleva años gastando mucho más de lo que gana.
  • No me casaré contigo porque no te amo.
  • Compraré un auto nuevo porque me ha salido una herencia.

Cuando "porque" se usa para dar una explicación dentro de una oración, se puede reemplazar por "pues" o "ya que":

  • No me casaré contigo pues no te amo.
  • Compraré un auto nuevo ya que me ha salido una herencia.

"Porque" es una palabra grave o llana, es decir, lleva el acento en la penúltima sílaba: /PÓR.que/. Sigue entonces las reglas generales de acentuación: por ser palabra grave terminada en vocal, no lleva tilde.

"Porqué" es un sustantivo

La forma "porqué" (pegado y con tilde en la "e") se utiliza como sustantivo. Aparece entonces precedida por un artículo:
  • Nunca nos explicó el porqué de su extraño comportamiento.
  • Ella desapareció de mi vida, sin un porqué, sin una despedida.

Por ser un sustantivo, "porqué" puede aparecer también en plural:

  • ¡Eres muy joven para comprender los porqués de nuestra decisión!
  • Tratando de dar una explicación a la crisis, el ministro de economía presentó unos porqués rebuscados e incoherentes.

En todas las oraciones anteriores el sustantivo "porqué" se puede reemplazar por los sustantivos "motivo" o "causa":

  • Nunca nos explicó la causa de su extraño comportamiento.
  • Ella desapareció de mi vida, sin un motivo, sin una despedida.
  • ¡Eres muy joven para comprender los motivos de nuestra decisión!
  • Tratando de dar una explicación a la crisis, el ministro de economía presentó unas causas rebuscadas e incoherentes.

El sustantivo "porqué" es una palabra aguda, es decir, lleva el acento en la última sílaba: /por.QUÉ/. Sigue entonces las reglas generales de acentuación: por ser palabra aguda terminada en vocal, tiene que llevar tilde.


Fuentes

  • Ortografía de la lengua española
  • FUENTES, Juan Luis (con la colaboración de José Manuel Blecua). Ortografía: reglas y ejercicios. Barcelona, Ediciones Larousse, 1991.