20.12.12

Un bosque encantado: música infantil para todos

No es fácil encontrar buena música infantil en español. A veces, las canciones que divierten a los más chicos nos aburren profundamente a los adultos. Los acordes sencillos, las melodías fáciles y las letras simplistas pueden hacer que las sesiones musicales con los niños se conviertan en un verdadero sacrificio para los padres.

Como padres de una bebé de un año, mi esposa y yo estamos siempre en búsqueda de buena música para compartir con nuestra hija. Música que podamos disfrutar los tres, no solo la bebé. Un bosque encantado, un excelente disco con el cual nos topamos hace unos meses, cumple cabalmente ese propósito: se trata de música para niños que seduce a los adultos.

Las nueve canciones que componen este disco -producido por un colectivo de artistas bogotanos llamado Colectivo Animal- exploran diversos ritmos musicales contemporáneos para contar a los niños historias sobre animales representativos de la fauna colombiana. Así, al ritmo del rap, del hip hop, de la cumbia o del reggae, el Colectivo Animal nos propone un divertido viaje a un bosque encantado donde podemos conocer personajes entrañables como el colibrí, el jaguar, los murciélagos o el abuelo búho.

Las canciones de Un bosque encantado sirven para abordar temas ecológicos con los niños. También pueden ser muy útiles para que los profesores de español como lengua extranjera practiquen vocabulario con sus estudiantes.

Invito a los lectores de El español sin misterios a escuchar Un bosque encantado desde nuestro blog siguiendo los enlaces que aparecen a continuación:

17.12.12

Los Buendía: un matriarcado en medio de una sociedad machista

El siguiente ensayo, escrito por la estudiante Valentina Ardila, explora la relación entre machismo y matriarcado en la novela Cien años de soledad (Gabriel García Márquez, 1967). Valentina Ardila presentó este texto como trabajo final para la materia Literatura Colombiana dictada en los grados décimo y undécimo del Colegio Los Nogales de Bogotá.

Introducción

Cien años de soledad (Gabriel García Márquez, 1967) es, según muchos críticos, una de las obras más representativas no solo de la literatura colombiana y latinoamericana, sino también de la literatura en lengua española. Esta novela marca el clímax del trabajo literario de Gabriel García Márquez, escritor y periodista colombiano nacido en Aracataca en 1927. Este prestigioso autor colombiano, entre muchos títulos honorarios, cuenta con el Premio Nobel de Literatura, el cual ganó en el año 1982.

Cien años de soledad narra la historia de un pueblo llamado Macondo, a partir de la historia de la familia Buendía, habitantes y fundadores del pueblo. La novela narra la historia de Macondo desde su fundación hasta su trágico final, luego de haber soportado las siete generaciones de la familia Buendía. Entre los estudios que figuran en la Edición Conmemorativa de la RAE, aparece el ensayo "Cien años de soledad: realidad total, novela total", escrito por Mario Vargas Llosa, quien se toma el trabajo de analizar diversos temas y motivos que aparecen en la novela.

En el ensayo, Vargas Llosa resalta la importancia de Cien años de soledad a partir de dos ideas importantes. En primer lugar, hace énfasis en la maestría de García Márquez, quien logra cometer un “deicidio” y volverse el dios de la realidad diegética de la novela. En segundo lugar, Vargas Llosa demuestra cómo, para cometer el deicidio, García Márquez no solo se valió de Cien años de soledad sino también de todas sus otras obras. Así, el autor peruano logra analizar cómo varias de las historias de García Márquez comparten un mismo mundo diegético: Macondo.

Aparte de estas ideas, Vargas Llosa logra clasificar los eventos de la trama de Cien años de soledad en tres categorías: lo individual, lo familiar y lo social. Lo individual se refiere a la interacción de un personaje con otro, lo familiar se refiere a las interacciones de los personajes dentro de la familia Buendía y, por último, lo social se refiere a la interacción de los personajes dentro de Macondo y del país. Partiendo de estas tres categorías se puede realizar un extenso análisis de toda la obra, pero este ensayo se concentra solo en el rol de la mujer y en el machismo en la historia. Las tres categorías de Vargas Llosa revelan que Cien años de soledad es la historia de un matriarcado familiar (los Buendía) en una sociedad machista (Macondo).

El matriarcado de los Buendía

El matriarcado familiar es visible en la familia Buendía, donde las mujeres tienen el poder, no solo sobre la casa, sino sobre la familia. Como bien dice Vargas Llosa en su análisis, “Estas matronas sometidas a maridos y padres están investidas, sin embargo, de una autoridad ilimitada sobre los hijos, que no cesa cuando estos crecen […]”. Cuando Vargas Llosa habla de matronas se refiere a las mujeres que tienen el poder en la familia. Las dos principales son Úrsula Iguarán y Fernanda del Carpio.

  • Úrsula
  • Úrsula es la matrona principal de la casa, ya que no solo es la mujer que funda Macondo, sino que es también la madre de toda la estirpe de los Buendía. Por eso, Úrsula es la mujer con mayor autoridad y, retomando la idea de Vargas Llosa, se convierte en la madre de todos ya que tiene poder sobre todos los demás personajes que son también sus hijos de cierta forma. Existen diversos ejemplos en el libro que demuestran el poder de Úrsula sobre la familia, pero hay dos principales. El primero es cuando esta mujer le pega a su nieto Arcadio, quien se había convertido en un dictador absoluto:

    Cuando Úrsula irrumpió en el patio del cuartel, después de haber atravesado el pueblo clamando de vergüenza y blandiendo de rabia un rebenque alquitranado,el propio Arcadio se disponía a dar la orden de fuego al pelotón de fusilamiento.“¡Atrévete, bastardo!” – gritó Úrsula. Antes de que Arcadio tuviera tiempo de reaccionar, le descargó en primer vergajazo. “Atrévete, asesino” -gritaba-. Y mátame también a mí, hijo de mala madre. Así no tendré ojos para llorar la vergüenza de haber criado un fenómeno". Azotándolo sin misericordia, lo persiguió hasta el fondo del patio, donde Arcadio se enrolló como un caracol(127).

    De esta forma, esta mujer logra poner en su sitio a su nieto, y lo hace ver como un niño. Así mismo le recuerda quién es la que tiene el poder en la familia.

    Úrsula logra también exponer su poder en la familia cuando, en repetidas ocasiones, decide renovar la casa y hacer varios cambios:

    Úrsula se dio cuenta de pronto que la casa se había llenado de gente, que sus hijos estaban a punto de casarse y tener hijos, y que se verían obligados a dispersarse por falta de espacio. Entonces sacó todo el dinero acumulado en largos años de dura labor, adquirió compromisos con sus clientes y emprendió la ampliación de la casa (68).

    Esta cita no solo nos deja ver que Úrsula tiene el poder de cambiar la casa y de usar el dinero como quiera, sino que también revela que tiene miedo de que sus hijos se vayan de la casa, precisamente porque perdería su poder sobre ellos.

  • Fernanda del Carpio
  • Como segundo ejemplo de una matrona está Fernanda del Carpio, quien no tiene tanto poder como Úrsula ya que viene varias generaciones más tarde, y por lo tanto es madre de menos hijos que Úrsula. El poder de Fernanda se manifiesta también en diversos eventos. Por ejemplo, cuando decide mandar a su hija Meme al convento sin consultarlo con su esposo:

    Sin consultarlo con su marido, hizo al día siguiente su equipaje, metió en una maletita las tres mudas que su hija podía necesitar, y fue a buscarla al dormitorio media hora antes de la llegada del tren (334).

    Así, Fernanda decide cómo y quién va a educar a sus hijos, sin consultarlo con su esposo, demostrando su poder sobre sus hijos y su poder sobre la familia. Del mismo modo, es Fernanda también quien, con apoyo de Úrsula, escoge la vocación de José Arcadio, su otro hijo. Ambas deciden que va a ser papa, y lo mandan a estudiar a Roma. Finalmente, Fernanda también decide las renovaciones de la casa, así como Úrsula lo hacía en su tiempo.

    Existen diversas ocasiones en las que Fernanda decide cerrar las puertas de la casa, bloquear las ventanas y demás. Incluso tiene discusiones con Úrsula cuando esta última se da cuenta y quiere abrir todo. En esas ocasiones se demuestra el poder de la edad, ya que Fernanda debe someterse a lo que Úrsula dice.

Macondo: una sociedad machista

Pero este matriarcado comienza y termina en las puertas de la casa de los Buendía. Por fuera de las relaciones familiares de la dinastía, en las interacciones sociales e individuales de Macondo, predomina el patriarcado y el machismo. Como los patriarcas del pueblo son todos hombres de la casa Buendía, conviene comparar el rol de las mujeres en la familia y el de sus esposos en la sociedad para ver las diferencias de género que existen en la novela.

  • José Arcadio Buendía
  • José Arcadio Buendía, el esposo de Úrsula y patriarca fundador de Macondo, tiene el poder sobre el pueblo y sobre su esposa. En la fundación de pueblo, es José Arcadio quien dice qué hacer, y todos los otros hombres lo siguen:

    Al principio, José Arcadio Buendía era una especie de patriarca juvenil, que daba instrucciones para la siembra y consejos para la crianza de niños y animales, y colaboraba con todos, aun en el trabajo físico, para la buena marcha de la comunidad. Puesto que su casa fue desde el primer momento la mejor de la aldea, las otras fueron arregladas a su imagen y semejanza (17).

    Así, desde su fundación, Macondo es una sociedad patriarcal y machista donde los hombres deciden, construyen, siembran e incluso dan consejos sobre la crianza de los niños.

    El poder de José Arcadio sobre Úrsula se demuestra de varias formas en varias ocasiones, por ejemplo, durante el primer encuentro sexual de la pareja:

    Esa noche, mientras se velaba el cadáver en la gallera, José Arcadio Buendía entró en el dormitorio cuando su mujer se estaba poniendo el pantalón de castidad. Blandiendo la lanza frente a ella, le ordenó: “Quítate eso”. Úrsula no puso en duda la decisión de su marido. “Tú serás responsable de lo que pase”, murmuró. José Arcadio Buendía clavó la lanza en el piso de tierra. “Si has de parir iguanas, criaremos iguanas –dijo–. Pero no habrá más muertos en este pueblo por culpa tuya (32).

    Esto demuestra que son los hombres quienes mandan en las relaciones individuales o matrimoniales en la novela.

  • Aureliano Segundo
  • El otro patriarca importante en Cien años de soledad es el esposo de Fernanda, Aureliano Segundo. Este personaje ilustra también el machismo en la novela. Sin embargo, por no ser un gran líder, no muestra el machismo en la sociedad sino en su relación con su esposa.

    Por ejemplo, cuando les van a poner nombres a los hijos, Fernanda quiere unos, pero se terminan escogiendo los que Aureliano dice, “cuando su esposo decidió ponerle al primer hijo el nombre del bisabuelo, ella no se atrevió a oponerse (245)”. Esto demuestra que en las disputas matrimoniales los hombres tienen el poder, así dichas disputas tengan que ver con los hijos.

    El machismo de Aureliano Segundo también se puede ver en que tiene una amante: Petra Cotes. En la novela los hombres no tienen que ser fieles pero las mujeres sí. Esa premisa es machista no solo en un sentido matrimonial sino también social.

    Finalmente, el machismo en la relación se puede ver cuando Fernanda hace un escándalo durante varios días y Aureliano le pone fin siendo violento y rompiendo todo en la casa:

    Entonces Aureliano Segundo perdió el dominio. Se incorporó sin prisa, como si solo pensara estirar los huesos, y con una furia perfectamente regulada y metódica fue agarrando uno tras otro los tiestos de begonias, las macetas de helechos, los potes de orégano, y uno tras otro los fue despedazando contra el suelo (370).

    La violencia de Aureliano Segundo en este fragmento de la novela demuestra el machismo que impera en Macondo. Este machismo irrumpe en el área de dominio matriarcal de Fernanda. En este episodio se reiteran también las responsabilidades de los hombres, como llevar la comida a la casa, lo cual muestra una vez más el machismo que caracteriza la vida en Macondo.

Conclusión

Cien años de soledad es una novela muy compleja, tanto que pareciera tener su propia realidad. Es por esta característica que logra asemejarse tanto a nuestra realidad. Por esto se puede decir que esta historia es el reflejo de la sociedad colombiana en varios aspectos, entre estos los analizados en este texto.

Esta novela refleja el machismo en la sociedad latinoamericana, colombiana y en la costa Caribe. Pero también da muestras de un matriarcado, mostrando así un aspecto de nuestra sociedad que a menudo se pasa por alto. Es por esto que incluso se puede llegar a interpretar que el final de la novela, donde todo se acaba cuando las mujeres mueren, es el fin que le espera a nuestra sociedad cuando ya no haya ningún rastro del matriarcado, que cada día se va extinguiendo más.

Cien años de soledad es una obra clásica de gran calidad que se disfruta tanto a un nivel literal como a un nivel analítico. Es tan compleja que los temas de análisis y las relaciones con el pasado y el presente de nuestro país son casi interminables.

Es la historia de nuestro mundo resumida en la historia de un pueblo. Pasan muchas cosas, muchos eventos que nos reflejan, con los cuales nos identificamos, pero lo más importante es que sepamos ver a Macondo como el reflejo de nuestra sociedad, para tratar de hacer cambios que nos permitan construir una sociedad mejor.

Valentina Ardila

Referencias

  • García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad Edición Conmemorativa de la Real Academia Española, Madrid, Alfaguara (2007).
  • Vargas Llosa, Mario."Cien años de soledad: realidad total, novela total"
  • en García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad Edición Conmemorativa de la Real Academia Española, Madrid, Alfaguara (2007).