19.11.11

Alejandra Rozo: subcampeona nacional de ortografía

Alejandra Rozo (centro) sostiene la copa que ganó en XVII Concurso Nacional de Ortografía. La acompañan sus compañeros del curso AP de Literatura Hispanoamericana y los profesores Jaime Correa y Patricia Valenzuela (coordinadora del Departamento de Español).

Me enorgullece mucho anunciar que la estudiante Alejandra Rozo Bayer, del Colegio Los Nogales de Bogotá, se coronó subcampeona del XVII Concurso Nacional de Ortografía Colombia Bien Escrita.

El concurso se llevó a cabo el día viernes 18 de noviembre en la Academia Colombiana de la Lengua en el centro de la ciudad de Bogotá.

Una gran concursante

Con un desempeño impecable, Alejandra se abrió paso con seguridad y aplomo por todas las rondas eliminatorias hasta llegar a la final contra Juan David Hernández, representante del Colegio San Bartolomé de la Merced. Ambos estudiantes demostraron un profundo conocimiento de la lógica ortográfica de la lengua española así como gran inteligencia práctica para manejar las reglas del concurso.

En una reñida final, Juan David Hernández terminó imponiéndose sobre Alejandra Rozo debido a un pequeño error —el único en toda la competición— que cometió esta última en la escritura de la palabra desinhibir.

Felicito a Alejandra por su excelente ortografía y por sus nervios de acero durante el concurso, y la invito a que continúe cultivando su amor por la lengua española, sin importar la profesión que escoja.

Es muy reconfortante relacionarse con estudiantes que, como Alejandra, se preocupan por conocer íntimamente su lengua materna para poder dominarla y, de esa manera, llegar a convertirse en excelentes comunicadores.

Merecidas felicitaciones

Quiero felicitar a Juan David Hernández y al Colegio San Bartolomé de la Merced por su excelente desempeño en el concurso. Les deseo, de parte mía y del Colegio Los Nogales, la mejor de las suertes en el Concurso Hispanoamericano de Ortografía que se llevara a cabo en México el mes entrante. Allí, Juan David representará a nuestro país frente a estudiantes de toda hispanoamérica, Brasil y Estados Unidos.

Felicito también a Rafael Eduardo Orozco, director de la Fundación Colombia Bien Escrita, por la organización de este concurso. El certamen, además de ser crucial para la promoción del buen uso del español entre los jóvenes estudiantes, es un concurso emocionante tanto para los competidores como para los miembros del público.

Eventos como este son muy necesarios en nuestro país para crear conciencia de la importancia que tiene el dominio de la lengua española, nuestro principal patrimonio común como nación.

8.11.11

Análisis narrativo 2: definición de narración

Las narraciones son tan cotidianas en nuestras vidas que pocas veces sentimos la necesidad de preguntarnos qué es una narración.

Sin embargo, cuando se trata de hacer un análisis narrativo, es conveniente partir de una definición clara del término "narración".

Por desgracia, la definición que proponen los diccionarios generales no resulta muy útil pues suele ser vaga y circular.

Por ejemplo, el DRAE define "narración" de la siguiente manera:

  1. f. Acción y efecto de narrar.
  2. f. Novela o cuento.
  3. f. Ret. Una de las partes en que suele considerarse dividido el discurso, en la que se refieren los hechos que constituyen la base de la argumentación.

Como la primera acepción de "narración" según el DRAE es "acción y efecto de narrar", resulta necesario entonces buscar la definición del verbo "narrar" en el mismo diccionario. Al hacerlo, uno se encuentra con el siguiente resultado:

  1. tr. Contar, referir lo sucedido, o un hecho o una historia ficticios.

Ninguna de las definiciones anteriores nos revela qué es realmente una narración ni cuáles son sus componentes básicos. Por eso, debemos ir a buscar una definición más precisa en el campo de la narratología.

Una definición de "narración"

En su libro Film Art: An Introduction, David Bordwell y Kristin Thompson proponen una definición de "narración" que me parece clara, precisa y abarcadora:

Narración Cadena de eventos organizados en relaciones lógicas de causa-efecto que se desarrollan en el tiempo y en el espacio.

Como nos lo recuerdan Bordwell y Thompson, la definición anterior remite a lo que en la vida cotidiana conocemos comúnmente como una historia.

Causalidad, tiempo y espacio

Según la definición de Bordwell y Thompson, para que un texto cualquiera pueda ser considerado una historia tiene que tener tres elementos fundamentales:

  • Causalidad
  • Una colección eventos —de cosas que suceden— no basta para que exista una narración. También es necesario que dichos eventos estén organizados en cadenas lógicas de causa-efecto. La causalidad, es decir, la ley que determina que toda causa tiene su efecto, es fundamental en la construcción de toda narración.

    Ciertos escritores y cineastas de vanguardia rompen a propósito la ley de la causalidad en sus narraciones. Al hacerlo, obligan al público a esforzarse un poco para descubrir principios alternativos de organización narrativa.

    Sin embargo, la ley de la causalidad es tan crucial en las narraciones que lo que usualmente se presenta como una violación a esta ley, no suele ser más que una versión o variación —mucho más compleja o extremadamente simplificada— del mismo principio.

  • Tiempo
  • Los eventos que constituyen una narración se organizan en el tiempo. Como en el mundo real, en las historias las cosas ocurren siguiendo una secuencia temporal: ciertos eventos tienen lugar antes que otros. Esto no quiere decir que todas las historias tengan que presentarse necesariamente en orden cronológico, es decir, siguiendo la secuencia pasado, presente, futuro.

    A veces, los eventos narrativos se presentan en desorden gracias a recursos como los flash backs (saltos hacia el pasado) y los flash forwards (saltos hacia el futuro).

    Sin embargo, sea cual fuere la organización temporal de una historia, el lector siempre debe tener conciencia de la cronología de los eventos para poder entender la narración.

  • Espacio
  • Así como las narraciones se desarrollan en el tiempo, también es inevitable que tengan lugar en el espacio. Por lo general, los espacios en los que se desarrolla una historia son fundamentales para comprender la lógica de los eventos narrativos.

    En una historia, el espacio puede ser tan amplio como una ciudad, un país o un continente; o tan reducido como una habitación, una celda o un ataúd.

    Muy a menudo, los espacios narrativos llegan a ser tan importantes como los personajes. Además, son fundamentales para la construcción de la atmósfera emocional de las historias.

Ver también

Análisis narrativo 1: la narración mínima
Análisis narrativo 3: la noción de diégesis
Análisis narrativo 4: historia y trama
Guía para el análisis de la narración como sistema formal

Fuentes

  • David Bordwell and Kristin Thompson, Film Art: An Introduction (Eighth Edition) (New York : McGraw-Hill, 2008).
  • André Gardiès, Le récit filmique, Paris: Hachette "Contours Littéraires", 1993.
  • Robert McKee, Story: substância, estrutura, estilo e os princípios da escrita de roteiros (Traducão de Chico Marés), Curitiba: Arte & Letra Editora, 2006.