29.1.12

Análisis narrativo 3: la noción de diégesis

Para ser efectiva, una narración debe desarrollarse en un mundo ficcional que sea verosímil. La construcción de ese mundo ficcional es responsabilidad de quien crea la historia (escritor, guionista, dramaturgo, etc.).

Uno de los retos más grandes a los que se enfrentan quienes crean historias consiste en capturar en un relato —delimitado por un comienzo y un final— toda la complejidad de un mundo ficcional que el lector o espectador debe percibir como un universo verosímil. Es decir, el creador de historias tiene que construir un mundo coherente, con reglas y leyes que le parezcan al lector tan verdaderas como las del mundo real.

Si deseas entender mejor el complejo proceso mediante el cual las historias logran crear mundos paralelos al nuestro es necesario que conozcas la noción de diégesis y aprendas a utilizarla en tus análisis.

La diégesis

En una narración, denominamos diégesis a todo lo que hace parte de la historia que se cuenta, al mundo que propone la ficción. Es útil pensar que cuando abrimos una novela o cuando comienza una película entramos de pronto en un mundo paralelo al nuestro. La diégesis es todo lo que existe en dicho mundo: los lugares, las personas, los acontecimientos, los eventos del pasado, etc.

La siguiente definición de diégesis está basada en la que propone André Gardiès en su libro Le récit filmique:

Diégesis Mundo ficcional que funciona generalmente (pero no siempre) a imagen y semejanza del mundo real. Se trata entonces de un mundo, un universo espacio-temporal coherente, poblado de objetos y de individuos que posee sus propias leyes (parecidas eventualmente a aquellas de la experiencia vivida). El texto narrativo muestra y representa parcialmente dicho mundo. Sin embargo, el lector o espectador también tiene que construirlo imaginariamente a partir de lo que el texto propone o sugiere. La diégesis es el mundo en el cual penetra el lector o espectador cuando se deja "atrapar" por una historia.

La diégesis también recibe el nombre de mundo o universo diegético. De hecho, el adjetivo "diegético" puede resultar muy útil para el análisis narrativo. Por ejemplo, aunque muchas veces los narradores de las novelas son diegéticos, es decir, son personajes que tienen una existencia "real" en el mundo ficcional, en ocasiones el narrador puede ubicarse fuera de la diégesis.

Así, los narradores omniscientes en tercera persona suelen ser extradiegéticos pues, al no ser personajes del mundo diegético imaginamos que se ubican en un lugar indeterminado entre nuestro mundo y el mundo donde ocurren los hechos narrativos.

Ver también

Análisis narrativo 1: la narración mínima
Análisis narrativo 2: definición de narración
Análisis narrativo 4: historia y trama
Guía para el análisis de la narración como sistema formal

Fuentes

  • David Bordwell and Kristin Thompson, Film Art: An Introduction (Eighth Edition) (New York : McGraw-Hill, 2008).
  • André Gardiès, Le récit filmique, Paris: Hachette "Contours Littéraires", 1993.
  • Robert McKee, Story: substância, estrutura, estilo e os princípios da escrita de roteiros (Traducão de Chico Marés), Curitiba: Arte & Letra Editora, 2006.

22.1.12

¿Cómo leer obras de teatro?

Tarde o temprano, como estudiante de literatura, tendrás que enfrentarte con el teatro. Por eso, es importante que te familiarices con las particularidades de esta forma artística.

Las obras de teatro son un tipo de texto literario que cuenta historias. Por eso, podemos aplicarles las mismas categorías de análisis que se aplican a cualquier texto literario, así como aquellas que se les aplican a obras narrativas como las novelas, los cuentos y las películas.

Sin embargo, si quieres que tu lectura de obras de teatro sea más placentera y que tus análisis e interpretaciones de obras dramáticas sean más profundos y sofisticados, es importante que conozcas las especificidades del teatro no solo como forma literaria sino también como espectáculo.

¿Qué es el teatro?

Para Aristóteles, el teatro es una imitación (mímesis) de la realidad. Aunque todas las formas de arte, en mayor o menor medida, imitan aspectos del mundo real —la naturaleza, la apariencia de las cosas, el funcionamiento de la mente humana, etc.— el teatro se preocupa sobre todo por imitar las acciones de los seres humanos.

Así, a los dramaturgos les interesa capturar en sus obras la manera como actúan las personas frente a otras personas y frente a las cosas que les ocurren en la vida. Para Lee A. Jacobus el teatro es "el arte de representar, para el placer de otros, eventos que ocurrieron o que imaginamos que podrían ocurrir". [The Bedford Introduction to Drama].

En esta definición, el verbo "representar" significa al menos tres cosas:

  1. "Hacer presente algo con palabras o figuras que la imaginación retiene" (DRAE). La obra de teatro hace presentes —representa— en la imaginación del lector o espectador cosas que ocurren, ocurrieron o podrían ocurrir.
  2. "Sustituir a alguien o hacer sus veces, desempeñar su función [...]" (DRAE). En escena, los actores hacen las veces de personajes que existen, existieron o podrían existir.
  3. "Ser imagen o símbolo de algo, o imitarlo perfectamente" (DRAE). Las obras de teatro imitan eventos y se convierten en imágenes o símbolos de dichos eventos que quedan grabados en la mente del lector o espectador.