3.3.13

La lectura de cuentos

Mujer leyendo, René Magritte

"Confía en el cuento, no en quien lo cuenta".
(D.H. Lawrence)

Nadie puede escapar de los cuentos. Nos persiguen desde la cuna y nunca nos abandonan, primero como nanas, después como relatos infantiles y, posteriormente, como fábulas y cuentos de hadas.

Cuando llegamos a la adultez, los cuentos siguen estando ahí, al alcance de la mano, para proporcionarnos uno de los placeres más intensos que puede ofrecer la literatura: el descubrimiento de la complejidad de la vida a través de la lectura de una forma narrativa condensada.

Orígenes del cuento

Todo parece indicar que el cuento, como forma literaria, se origina en las narraciones orales y en los relatos folclóricos que existen en todas las culturas. Nuestros antepasados daban gran importancia a las narraciones orales, que servían para explicar el mundo y para transmitir conocimientos de generación en generación.

Entre todos esos tipos de narraciones orales, debe de haber surgido hace muchísimo tiempo una forma breve que permitía contar hechos sorprendentes en muy poco tiempo, sin necesidad de dejar la historia en "continuará...". Esta forma narrativa oral, condensada e independiente es el antepasado de los cuentos modernos.

El cuento: un fenómeno reciente

Sin embargo, como nos lo recuerda William Boyd, el cuento moderno es un fenómeno editorial relativamente reciente. En Europa y Estados Unidos, el cuento tiene su auge en el periodo comprendido entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, gracias a la consolidación de la prensa de circulación masiva.

Esto se debe a múltiples factores, entre los cuales sobresalen ciertas revoluciones tecnológicas en el mundo editorial y la popularización de la lectura entre la clase media. En el mundo hispanohablante ocurrió un proceso similar, aunque un poco más tardío en los países menos industrializados y urbanizados.

Los periódicos y las revistas publicaban cuentos regularmente, los lectores leían dichos cuentos con avidez y, como consecuencia de todo este proceso, se creó un mercado editorial donde las narraciones breves se convirtieron en una de las formas más seguras de ganarse la vida para los escritores.

El cuento frente a la novela

El cuento y la novela, dos de las principales formas de la prosa, tienen un aire de familia. Sin embargo, también presentan grandes diferencias que debemos conocer para convertirnos en mejores lectores de ambos tipos de textos literarios:
  • Extensión

  • La primera diferencia notoria entre el cuento y la novela tiene que ver con la extensión: el cuento es corto mientras la novela es larga. Sin embargo, existen cuentos largos y novelas cortas y, a menudo, es difícil saber qué diferencia a los primeros de las segundas.

    Por eso, antes que atender únicamente a la extensión para determinar cuándo se está en presencia de un cuento, conviene pensar más bien en el uso que hace el escritor de cuentos de la técnica de la compresión.

  • Expansión versus compresión

  • Mientras en la novela prima la idea de la expansión —muchos personajes bien desarrollados, conflictos secundarios, profusión de detalles, etc.— en el cuento prima la compresión —pocos personajes, un conflicto central, espacio-tiempo condensado, uso sistemático de la elipsis, etc.

    Según William Boyd, la diferencia entre un cuento y una novela no es únicamente un problema de extensión. Mientras la idea de partida de una novela debe permitir un desarrollo prácticamente interminable; la esencia de un cuento, en cambio, está ligada a los conceptos de "destilación" y "reducción". Para Boyd, "hay cuentos de 20 páginas que están mucho más cargados y grávidos de sentido que novelas de 400 páginas. Estamos hablando de categorías completamente diferentes de prosa de ficción".

  • Una herida versus heridas múltiples

  • Harold Bloom, en su libro Cómo leer y por qué sostiene que los cuentos hieren al lector una sola vez, a diferencia de las novelas, que lo "aflijen con muchas sensaciones, con penas y alegrías múltiples".

    Esta idea remite a los conceptos de compresión, condensación y destilación que, según muchos autores, deben caracterizar un buen cuento. En una narración breve se busca hacer que el lector se concentre en algo muy concreto (una crisis, un problema), algo que le revele verdades y sentimientos profundos, algo que lo hiera una sola vez de manera contundente.

  • Mundo fragmentario versus mundo total

  • Tanto las novelas como los cuentos construyen mundos ficcionales paralelos a nuestro mundo real. Sin embargo, por su extensión y porque su lectura suele ser una empresa de largo aliento, las novelas proponen mundos que solo podemos ir descubriendo poco a poco, y de manera fragmentaria.

    Como nos lo recuerda Edgar Allan Poe, debido a que las novelas no se pueden leer de una sola sentada, pierden la "inmensa fuerza que se deriva de la totalidad". Los cuentos, en cambio, nos presentan un mundo total de manera condensada: "durante la hora de la lectura el alma del lector está bajo el control del escritor", afirma Poe.

    El hecho de que la lectura de una novela tome varios días, semanas e incluso meses no es algo negativo. Durante ese periodo de tiempo la ficción acompaña nuestra vida diaria, enriqueciéndola o dejándose enriquecer por ella.

    Sin embargo, el cuento toma un camino diametralmente opuesto. Su alto grado de condensación, su capacidad de sacarnos de golpe de la cotidianidad, cargan al cuento de elocuencia e intensidad.

  • Lo explícito versus lo tácito

  • El carácter expansivo de la novela permite presentar muchas cosas —eventos narrativos, reflexiones, descripciones, etc.— de manera explícita. En el cuento, en cambio, prima lo no dicho, lo sugerido. Por eso, el cuento exige que el lector sea bastante activo. Según Bloom, "el cuento favorece lo tácito; obliga al lector a entrar en actividad y discernir explicaciones que el escritor evita – hay que pensar en lo sugerido, en lo implícito".

    Por favorecer lo tácito, el cuento usa de manera sistemática la técnica de la elipsis; es decir, la omisión voluntaria, en la trama, de ciertos eventos narrativos, lugares y lapsos de tiempo que pertenecen a la historia.

    Los cuentos son, entonces, narraciones elípticas. De hecho, como anota Bloom, "los cuentos son elípticos, tanto en lo narrativo como en lo moral… […] Los cuentistas más diestros son tan elípticos en materia moral como en la continuidad de la acción o en los detalles del pasado de los personajes". Así, es bastante común que, al terminar de leer un cuento, quedemos perplejos, tratando de atar cabos sueltos y de entender por qué a los personajes les ha pasado lo que les ha pasado. Es importante entonces recordar que la brevedad de los cuentos no es sinónimo de facilidad.

Algunos autores recomendados

Si te interesa la lectura de cuentos, es recomendable que te acerques a los maestros del género. Harold Bloom recomienda a Iván Turguéniev, Anton Chéjov, Guy de Maupassant, Ernest Hemingway, Flannery O´Connor, Vladimir Nabokob, Jorge Luis Borges, Tomasso Landolfi e Italo Calvino.

William Boyd, por su parte, recomienda a cuentistas como: J.G. Ballard, Katherine Mansfield, James Joyce, Rudyard Kipling, John Updike y Muriel Spark.

En la cuentística en lengua española se destacan autores como: Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Horacio Quiroga, Juan Rulfo, Augusto Monterroso y Roberto Bolaño.

Estos nombres son apenas una puerta de entrada para comenzar a explorar la rica tradición cuentística mundial. A medida que leas a estos y a otros autores, te irás familiarizando con las convenciones de la narración breve e irás encontrando nuevos cuentistas de todas partes del mundo que están ahí, al alcance de la mano, esperando pacientemente a que llegue el momento de dejarte perplejo con sus historias.

Fuentes

  • Harold Bloom, Cómo leer y por qué, traducción de Marcelo Cohen, Norma, Bogotá, 2000.
  • William Boyd, "Brief Encounters", artículo publicado en el periódico The Guardian (02/10/2004).
  • James Cooper Lawrence, "Theory of the Short Story" The North American Review , Vol. 205, No. 735 (Feb., 1917), pp. 274-286.

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